Impuesto de transmisiones patrimoniales

El ITP, cuyas siglas significan «impuesto de transmisiones patrimoniales», es un tributo no directo que grava tres tipos de prestación de servicios: la transmisión patrimonial onerosa, la operación societaria y los actos jurídicos documentados.

De este modo, el impuesto de transmisión patrimonial se emplea en la compra y alquiler de un bien, incluyendo el incremento o disminución de capital de una o varias empresas o actos jurídicos, como, por ejemplo, la documentación jurídica de una hipoteca o de una compraventa de una propiedad.

Procedimiento para pagar el ITP

Al tratarse de un impuesto estatal, el ITP debe ceder a las comunidades autónomas de su localidad, de modo que el impuesto se emita a través de la Hacienda de la comunidad por un periodo de 30 días, el cual inicia a partir del día en que se lleva a cabo la compra del inmueble o bien (esto también aplica para firmas de derecho, por ejemplo).

Ahora bien, si no se conoce el valor del impuesto sobre transmisión patrimonial, la forma más sencilla de hacerlo es tener a la mano el valor del bien transmitido, ya sea un vehículo, vivienda o cualquier otro. Entonces, a partir del valor del bien es posible calcular la amortización tributaria a pagar, la cual puede ser establecida en función de las leyes de la comunidad autónoma en la que se lleve a cabo el procedimiento.

Cabe destacar que es importante realizar este procedimiento en una comunidad autónoma cercana, porque ahí se fijarán cualquier tipo de gravamen necesario para la compra. Por ejemplo, es posible calcular las deducciones, bonificaciones, gestión y hasta la liquidación del impuesto en cuestión.

Impuesto de transmisión patrimonial para propiedades

El ITP es un tipo de impuesto que puede afectar las operaciones de alquiler o compraventa de bienes inmuebles, puesto que la persona que desea adquirir la propiedad (ya sea por concepto de compra o alquiler) estará en la obligación de gravar el impuesto en función del tiempo de operaciones que se esté realizando, como es el caso de la transmisión patrimonial onerosa, la operación societaria y los actos jurídicos documentado

Operaciones que grava el impuesto sobre transmisiones patrimoniales

Dependiendo del tipo de operación, el ITP puede gravar de una forma u otra. Las operaciones son:

Transmisión patrimonial onerosa

La trasmisión patrimonial onerosa es tipo de impuesto que se determina a partir de un intercambio patrimonial entre dos personas o entidades. En pocas palabras, se trata de un tipo de impuesto que se aplica en prestaciones recíprocas.

Es un impuesto transferido por las comunidades autónomas, lo que significa que ellas serán las encargadas determinar el porcentaje de impuesto que debe pagar el sujeto pasivo en caso de una compra o alquiler. Por ejemplo, si se desea comprar una vivienda, se procede a pagar el ITP si la compra es de segunda mano entre los involucrados. Por ese motivo las transmisiones onerosas deben pagar un tributo entre un 4% o 10%, cuyo porcentaje variará según la comunidad autónoma y las reducciones que apliquen según el caso.

Operación societaria

Las operaciones societarias operan con 1 % de impuesto, lo que es ideal para las asociaciones. En esta operación se establece todo lo relacionado con la constitución, unión o desunión de sociedades o comunas y el incremento o decremento del capital. Además, también se consideran las pérdidas sociales emitidas por los socios, al igual que los hechos que han sido gravados.

Actos jurídicos documentados

Son todos aquellos documentos formalizados en España, que han recibido una firma notarial, mercantil o administrativa. Estos documentos también se pueden realizar fuera del país, pero para que surtan efecto deben haber recibido la aprobación de alguna comunidad autónoma de España. Además, dependiendo de la comuna donde se haya firmado, el documento tendrá un impuesto diferente, el cual puede oscilar entre 0,5 % o 1,5 % según sea el caso.

Cálculo del impuesto sobre transmisiones patrimoniales

Según sea la operación que involucra el ITP, el modo de calcularlo variará de acuerdo con sus características, ya sea para alquiler o compraventa. Además, hay que tener en cuenta que dependiendo de la comunidad autónoma donde se lleve a cabo la operación, el valor del impuesto cambiará.

Impuesto sobre transmisiones patrimoniales para la compraventa de un bien

Antes de proceder a explicar cómo calcular el ITP de una compraventa, es necesario aclarar que esta solo se aplicará a bienes inmuebles de segunda mano entre particulares, lo que significa que, si la propiedad es nueva, la operación deberá incluir el porcentaje del IVA.

Si se aplica este último caso, el procedimiento consistirá en lo siguiente: el comprador del bien inmueble deberá pagar el ITP y el vendedor, abonará lo correspondiente al IRPF (Impuesto sobre la renta de personas físicas) correspondiente a la totalidad de la ganancia patrimonial por la venta.

De este modo, el cálculo del ITP para la compraventa de un bien dependerá de la cuota tributaria que establezca la Comunidad Autónoma en relación el valor de mercado de la operación realizada. Además, es importante acotar que el impuesto puede variar mucho de una ciudad a otra, por ejemplo, en ciudades españolas como Madrid y Navarra, la normativa establece que se aplique un 6 %, en cambios en ciudades como Cataluña, el valor oscilará entre 10 % a 11 %.

Si no existe una regulación autonómica se aplicará la ley de transmisiones patrimoniales general con estos porcentajes:

  • 6 %, para la transmisión de bienes inmuebles o de la constitución y cesión de derechos reales sobre estos inmuebles.
  • 4 %, para la transmisión de bienes muebles y semovientes, así como la constitución de derechos reales sobre ellos.

Impuesto sobre transmisiones patrimoniales para el alquiler de un bien

A diferencia de la compraventa de un bien, cuando se trata del alquiler el procedimiento es diferente: la persona que desea alquilar el bien solo deberá pagar el ITP una vez, es decir, cuando firma el acuerdo de contrato.

Para calcular la base imponible del ITP de un alquiler, solo hay que tomar en cuenta el valor del alquiler mensual y la duración del contrato, procurando que se aplique la tarifa que corresponda a la comunidad autónoma donde se tramitará el contrato.

En definitiva, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales es un tipo de impuesto sumamente importante en operaciones de compraventa y alquiler de bienes, incluso en los contratos de derecho de uso, por lo que, al liquidarlos, no solo se garantiza que el cumplimiento del contrato sea justo, sino que dependiendo de la comunidad autónoma donde se lleve a cabo, es posible elegir un territorio en la que el porcentaje de impuesto sea más accesible y beneficioso para la compra o alquiler.

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