Clasificación del suelo; que es, tipos, urbano, urbanizable, no urbanizable

Uno de los objetivos de un proyecto urbanístico es determinar la clasificación del suelo en la que se planea realizar una construcción o proyecto, puesto que a partir de este análisis se establece qué tipo de edificación se puede hacer o si incluso es posible llevar a cabo el proyecto.

Por ello, conocer qué es la clasificación del suelo urbanístico es de vital importancia, y en el siguiente artículo se abordará todo lo necesario para conocer la clasificación urbanística y si esta es similar a la calificación

¿Qué es la clasificación del suelo urbanístico?

La clasificación del suelo urbanístico o clasificación urbanística es el instrumento urbanístico que establece la división de un tipo de suelo en función de si es urbano, urbanizable o no urbanizable. Por tanto, en cualquier proyecto urbanístico es necesario conocer la clasificación del suelo para saber su posterior calificación.

Tipos de suelo

De acuerdo a lo establecido por la Ley, la clasificación urbanística hace referencia a tres tipos de suelos: suelo urbano, suelo urbanizable y suelo no urbanizable.

Suelo urbano

El suelo urbano se caracteriza por estar incluido legalmente dentro de una población, por lo que debe integrar, de forma obligatoria y mínima, un acceso rodado, servicios básicos como electricidad, agua y sistema de alcantarillas, entre otros. Por otro lado, el suelo urbano se clasifica en dos tipos: Suelo urbano consolidado y suelo urbano no consolidado.

El primero, el suelo urbano consolidado, está integrado por los solares y parcelas, y por tal motivo, cuenta con un grado superior de urbanización que puede ser efectivo y asumido por el proyecto de planeamiento urbanístico. Además, este puede recibir la condición de “solar” si durante el planeamiento se incluyen obras accesorias al mismo tiempo que obras de edificación u obras de construcción.

En cambio, el suelo urbano no consolidado es un tipo de suelo que cuenta con el resto de superficie de suelo urbano, así como obras de urbanización que están destinadas a ejecutarse a partir de los lineamientos integrales del planeamiento urbanístico, tales como: renovaciones, reformas de interiores, mejorar urbanística o adquisición de asignaciones urbanísticas.

Suelo urbanizable

A diferencia del suelo urbano, el suelo urbanizable se caracteriza por ser un tipo de suelo que sigue sin ser urbanizado. En palabras simples, se trata de un suelo que aún cuenta con características de un suelo rural y que puede ser urbanizado a partir de una transformación urbanística. Además, este se puede dividir en dos tipos: suelo urbanizable sectorizado y suelo urbanizable no sectorizado.

El suelo urbanizable sectorizado es aquel que se conforma gracias a los suelos que el planeamiento general establece como propensos a transformarse en suelos urbanos. Y, a su efecto, estos pueden ser divididos en recintos que son llamados “sectores”.

En cambio, el suelo urbanizable no sectorizado, son todos aquellos suelos que no fueron clasificados como urbanizables.

Suelo no urbanizable

Los suelos no urbanizables son aquellos que poseen un tipo de protección específica por su importancia, ya sea por su valor histórico, paisajístico, arqueológico, científico, ambiental o cultural. También se puede tratar de un terreno que tiene algún riesgo natural determinado a través del planeamiento por sector. Este tipo de suelo también se puede limitar por las servidumbres que han sido establecidas como protección del dominio público de la localidad.

Lo curioso de los suelos no urbanizables es que pueden tener una protección sin un motivo específico como se mencionó con anterioridad. Es decir, la protección puede ser colocada para reservar el suelo y evitar cualquier planeamiento de desarrollo urbanístico que se desee llevar a cabo en él.

¿La clasificación urbanística es igual a la calificación urbanística?

Aunque ambos conceptos sean similares, la respuesta es no. La clasificación del suelo se trata de clasificar, valga la redundancia, el tipo de suelo al que se desea construir, y con base a su tipo, saber qué uso se le puede dar.

En cambio, la calificación del suelo se trata de definir el uso (general o específico) que tendrá el suelo luego de conocer su clasificación.  En pocas palabras, son definiciones que van de la mano, puesto que una requiere de la otra, pero eso no significa que sean iguales.

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