Proyecto técnico; qué es, tipos, etapas

En ocasiones cuando se desea rehabilitar una propiedad, incluir un ascensor o hasta mejorar la fachada interna o externa de un edificio, se utiliza el término “proyecto técnico” como parte de la planificación de ejecución, pero ¿qué es un proyecto técnico y cuál es su papel en una obra?

¿Qué se entiende por proyecto técnico?

En construcción, un proyecto técnico no es más que un informe en la que se estudia y determina toda la información técnica y económica del proyecto de construcción o reforma. Se trata de un enfoque técnico en la que se esquematiza y explica los planos de la obra, las condiciones que se deben seguir para llevar a cabo el proyecto y hasta los materiales que se deben emplear para dicha tarea.

En palabras simples, se trata de la documentación técnica que se debe realizar en aquellos proyectos en los que se planea modificar o crear una edificación, por tanto, esta debe incluir un informe detallado de todos los aspectos concretos, como soluciones, acciones a seguir, costes, materiales, tiempos y cualquier otro detalle pertinente.

Por otro lado, para realizar un proyecto técnico es necesario obtener un permiso a través del Ayuntamiento de la localidad donde se realizará la obra. Si el proyecto es aprobado, el Ayuntamiento otorga una licencia de obra que le permitirá a los contratistas iniciar con el procedimiento. Además, el proyecto técnico solo será aprobado siempre y cuando sea necesario realizarlo, es decir, si la obra en cuestión necesita de un proyecto técnico.

Para saber si el proyecto técnico se puede aplicar en una obra, hay que conocer los tipos de obras que requieren de esta documentación y las que no. A continuación se explica todo al respecto.

Tipos de obras que requieren un proyecto técnico

En líneas generales, toda aquella obra en la que sea vea modificado o afectado la estructura de una edificación, requiere de un proyecto técnico. Y como hay muchas obras que pueden requerir un proyecto técnico como respaldo, a continuación, se nombrarán las más comunes en proyectos: obras en las que se desee construir algo desde cero, obras de rehabilitación para mejorar o modificar el uso de una infraestructura, obras de intervención estructural, ampliaciones exteriores de la edificación, reformas internas o externas en la que se modifique la fachada del edificio o vivienda, entre otros.

¿Qué tipos de obras no requieren de un proyecto técnico?

Las reformas de interiores (o exteriores) que no afecten significativamente la estructura de una vivienda o edificio no requiere de un proyecto técnico, puesto que al no alterar de ningún modo la propiedad, no hay necesidad de redactar un informe de proyecto técnico. Por ende, si se trata de un proyecto de decoración o reforma de una propiedad o instalaciones de cualquier tipo, tampoco requiere de un proyecto técnico.

Redacción del proyecto técnico

El informe de proyecto técnico para una obra solo puede ser redactado y aprobado por un especialista en arquitectura, es decir, un arquitecto. Claro, también pueden ser escritos por ingenieros o arquitectos técnicos en caso de no haber un arquitecto involucrado en la obra.

Sin embargo, sea cual sea el profesional que lo redacte en este caso, el informe debe tener de forma obligatoria el sello del colegio de arquitectos del país correspondiente, puesto que es la única forma de garantizar que el proyecto técnico ha sido validado.

Etapas del proyecto técnico en una obra

Un proyecto técnico debe poseer, además de los elementos que se establecen en cada una de sus etapas, de una memoria, anexos, planos, informes de condiciones y presupuestos, así como una documentación con las medidas que tendrá la edificación en cada uno de los planos dibujados.

Y, por ese motivo, al momento de llevar a cabo un proyecto técnico, es importante realizarlo de la mano de un arquitecto que irán desglosando las siguientes tres etapas:

  1. Etapa de anteproyecto: en esta etapa se determinan todos los aspectos principales de la obra, es decir, un informe sobre la situación actual del proyecto en base al estado de la edificación, las necesidades que hay que cubrir y, por supuesto, las acciones que se llevarán a cabo para suscitarlas.
  2. Etapa de proyecto básico: una vez establecido el anteproyecto de la obra, se procede a realizar una descripción detalla del proyecto, dibujar los planos de cada una de las estructuras de la edificación (por plantas, secciones y, por supuesto, altura) y determinar el presupuesto estimado que se precisa para realizar la obra.
  3. Etapa de proyecto ejecutivo: en esta última fase se procede a añadir los planos de construcción y cualquier detalle pertinentes del proyecto. En adición a esto también se acotan las acciones que se llevarán a cabo, los materiales que se utilizarán y un informe detallado del presupuesto concreto que se utilizará para la obra.

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